Reaprender para Reeducar


Pensamiento critico sobre la realidad


    Año 2006, empezaba 6 grado del colegio, me acuerdo que me sentía grande porque pasábamos a turno mañana, y compartíamos horario con los de ultimo año, también, recuerdo que me quedaban las tardes libres y podía ver un programa que recién empezaba y se trataba de obesidad. Éste mostraba a personas obesas, donde su objetivo era bajar de peso y solo se mantendrian en competencia si al pisar la balanza (frente a mil miradas juzgadoras, comodas desde la tranquilidad de su living viendo el programa) pesaban menos que la vez anterior. Recuerdo muy bien varios titulos de este programa denigrando a las personas por comer algun alimento que le habian prohibido y haciendolos sentir miserables por no poder contra ello.
Estaba en plena etapa de desarrollo, recuerdo que un día luego de bañarme detecte mis primeras estrías. Me frustre, llore mucho, no lo entendía, era delgada, hacia danza y me salían estrías, ¿Como puede ser, si eso nada mas le pasa al que tiene sobrepeso o a las embarazadas? (o eso habia entendido segun las publicidades), veranos enteros escondiendo esas marcas de mi piel porque había aprendido que eso quedaba mal, que no iba con la belleza y no era digno de ser mostrado.
Crecí rodeada de publicidades como Reduce fa*fa*t, recuerdo la famosa frase hacia la modelo que había adelgazado y el conductor le decía: " Estas más linda que nunca".
Los famosos batidos herb@lif*, promocionados por reconocidos futbolistas. Las frases motivacionales cerca de septiembre diciendo: "llega al verano" o " Perde x kg en 2 semanas" y muchas mas.
La publicidad bombardeó mi mente de niña/adolescente  y me hizo creer que así debía ser y eso es lo que debía proponerme.
2012 último año del colegio, hago mis pasantías para decidir que quería estudiar. Estaba entre Nutrición y Diseño indumentaria (cabe aclarar que mi idea de nutricionista era muy diferente a lo que me enfrente). Habíamos pactado 2 días en el hospital de Mercedes y 3 días con una diseñadora.
Llega el primer día de pasantía, salgo del Hospital y le aviso a mi profesora del Colegio que quería realizar mis 5 días en el hospital: -Tachame diseño Profe! , ya está todo decidido. Quiero ser nutricionista.

Pasaron 8 años desde ese momento, durante esos 8 años aparecieron millones de productos nuevos para adelgazar, millones de dietas nuevas y un millón más de publicidades que potenciaron más la idea de que belleza es ser delgada, no tener celulitis ni estrías y que marcaron millones de adolescencias y no solo adolescencias, confundiendolas con esos conceptos.
Pero, (siempre hay un pero), yo con todo esto pude aprender, bah, reaprender diría yo. Entendí que detrás de cada cuerpo hay un ser lleno de emociones, y como tal debemos respetarlo en cada una de ellas. Que la cultura de la dieta existe, y que no es tarea facil que otros reaprendan que no tienen que luchar para encajar en los parámetros que se impusieron de belleza, reaprendi que delgadez no es sinónimo de salud y mucho menos de belleza.
Y entendí que desde mi lugar puedo ayudar a que esto cambie. Hoy decido darle prioridad a la salud, tanto física como emocional.
Hoy entiendo que necesitamos ser conscientes de lo que consumimos, y no hablo de solo alimentos, hablo del consumo de publicidades, programas y personas que potencian ese mensaje espantoso de que una persona es solo un cuerpo.


Hoy decido ser compañera de mis consultantes y ayudarlos desde ese lado.
Hoy me la creo un poco más y confío en que si todos tiramos para el mismo lado podemos cambiar el rumbo.




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